Hace 25 años, en la comuna de San Ramón, nacía un pequeño sueño llamado “Arca de Samuel”. Una empresa familiar que surgió con la intención de generar un segundo ingreso para su dueño y fundador. Aquel emprendimiento, lleno de ilusión y esperanza, se sumergió en el mundo de la diversión y la magia.
En sus inicios, “Arca de Samuel” se dedicaba a brindar funciones de títeres y pintar caritas en cumpleaños y eventos particulares. Cada función era una oportunidad de llevar alegría a los pequeños rostros, mientras los títeres danzaban y los colores se deslizaban sobre las caritas llenas de sonrisas.
Con el paso del tiempo, la pasión y el compromiso dieron frutos y la empresa comenzó a expandirse. Dos años después de su creación, “Arca de Samuel” dio un paso más allá y se aventuró en el mundo de los juegos inflables. Con valentía y determinación, cargaban uno de esos gigantes hinchables en un modesto auto particular, sin importar las dificultades.
El catálogo de productos y servicios de “Arca de Samuel” no dejaba de crecer. Cada nuevo juego inflable era una oportunidad para llevar la emoción y la diversión a cada rincón donde los niños esperaban impacientes. La empresa se esforzaba por ofrecer momentos inolvidables, creando recuerdos que quedarían grabados en el corazón de quienes los vivían.
Mirando atrás, recordamos esos días llenos de ilusiones y sacrificios, cuando la empresa era apenas un pequeño barco navegando en un mar desconocido. Pero a pesar de las dificultades, cada paso fue un logro, cada sonrisa fue una recompensa.
Hoy, “Arca de Samuel” sigue navegando en ese mar de recuerdos y experiencias. La empresa ha crecido, se ha adaptado a los cambios del tiempo y ha dejado una huella imborrable en la comunidad. Pero en lo más profundo de su historia, se encuentra aquel espíritu emprendedor que un día comenzó a dar vida a sueños.
Aunque el tiempo ha pasado y las circunstancias han cambiado, “Arca de Samuel” siempre será un recordatorio de esos primeros pasos valientes, de las risas compartidas y del amor por llevar la felicidad a los corazones de todos aquellos que confiaron en ellos.